domingo, 4 de enero de 2009

Bastardos.


Una varilla, un cigarrillo consumiéndose, creandole aquella hermosa silueta a mi sombra volteada, apartada de mí, virada hacia un lugar donde la oscuridad le hace las veces de tentadoras luces escarlata. Como bellas dosis de heroína dorada, así la luz atrae entreverada mi sombra exaltada.

No hay vacío, no hay atisbo de espacio. Aquel limbo donde mi sombra juega a ser silueta de dioses abandonados no reconoce el tiempo - aquel invento que nos hace fenecer 7 veces 7, cada día, desperdiciando cada amanecer -, su sendero está pintado con lágrimas de vírgenes clandestinas, aquellas enigmáticas muchachas cuya belleza las hace dignas del esclavismo tanto en cielo como en infierno: bellas musas de ningún sol.

Un murmullo, un quejido al revés del espejo. Un soplido frío que desata las histerias de cada pared en la habitación.

Un quejido al reverso del espejo... En él, mi imagen, repetida hasta el hartazgo, ha empañado sus difusos límites entre lo real y su paralelo, y ahí, mi rostro deshauciado de antología, recorre los espacios del ahumado recuadro, dejando huellas tan espantosas como los labiales de las putas más baratas...vulgares y grotescas. Beldades del horror que disfrutan del amor por unos cuantos centavos...


Vienen ya a jugar los bastardos. Traen consigo tabletas de mi piel esculpidas con cada pasaje de mi historia, de una deteriorada travesía hacia ninguna parte.

Se asedia la habitación, mientras mi sombra huye a esconderse en el rincón de las almas sacrificadas por los alados.


Aquí están, con silencio ruidoso, con sus rostros vivos de muerte, de decadencia y carnaval fatal.

Ruído de pasos que no tocan el suelo, ruído de final sin comienzo, ruído de años regalados al viento carente de gravedad y sentido, ruído de mentiras sin escándalo ni culpables, ruído de un mago que al sacarse el sombrero, no encontró su cabeza.


Aquí están los bastardos, sacerdotes de lo místico, padres del alma de quien nunca debió ser; su silencio es la melodía de la locura, de aquella fascinación por el desenfreno y la psicosis, que convierte la esencia de la claridad en un soplido ténue...


Aquí están los bastardos, y su ejército es invisible. Juegan a ser la angustia de los deprimidos, la culpa del inocente, y la necesidad del hombre. Juegan a ser el vacío que hará de esta noche el murmullo de un hermoso himno sin coro.

Ellos cantan tras de mí, sus melodías son plenas como mil mares, como historias repetidas sin letra -siempre nuevas, siempre silencio- como el dolor de la hermosa imperfección y la magnificidad de un dios enfurecido con su hijo más amado.


Uno, dos, tres. Cuentan: uno, dos, tres. Cuán sublime puede ser la sensación de morir si el placebo llamado esperanza deja de ser transeúnte dentro de un ser sin sentido, cuán exquisita podría ser la sensación de abandonarse a uno mismo, sin cuadros ni reflejos?...


Una varilla, un cigarrillo consumido y mi sombra aniquilada, hecha moho debajo del espejo. En él, ya no es mi figura la que inventa círculos para encontrar razón en las distintas imágenes de mí. He dibujado otro rostro en el espejo, me confundo en él. Me diluyo en él. Pierdo mi escencia tras de él.

Pierdo mi palabra y letra. Aquel rostro que venía a llamarme desde el espejo ha partido vencido por la tentación de convertir en algo mejor la vida de cualquier otro ajeno.

De cualquier otro, a excepción de mí.



Uno...

dos...

tres...



Allá se alejan los bastardos...
*No despertaré más. No resistiré ya el asalto de las grandes olas que vienen del paisaje dichoso que tú habitas. (No todos tenemos la suerte de sufrir con encanto...de ser amigos del mar y regalarle letras que son sólo exclusión para quienes más desean permanecer eternamente en el fondo de sus limpias aguas...)

3 comentarios:

dnwyrd dijo...

santos dementes encadenados@@
mua!

Hommobestiamachina dijo...

te amo antisemita con atisbos judíos...

mua?

Pues yo te mando un RequeterecontraMuaaAaaaaAaAa!!!!

anónimo 4 dijo...

cuando estén super locos escuchen Juan Nube de este tío: www.myspace.com/sirobercetche

Todo es claro, todo es limpio (¿lindo?) allá arriba. Nunca estuve tan arriba. Juan es una nube. Juan Nube.

Estos son los días nube, la gente saca a pasear a sus perros, tienden la ropa en los cordeles, uno tirado en la cama. Como si el fin del mundo ya hubiese sucedido.
Qué pase cualquier cosa, todo está bien. Claro que desearía que dejen de bombardear Gaza, pero los humanos no entienden, no entienden nada, algún día regresarán a las nubes. Algún día regresarán a casa. Home is where heart is. Que el universo entero sea nuestro hogar.