lunes, 23 de marzo de 2009

Dieciocho***



Mi pequeña perfección, tintineas en el cielo cuando la noche es oscura: la vuelves escarlata.

Pequeña perfección: la lejanía sólo se existe cuando de cuerpos hacemos referencia. Mi pecho se tiempla y explota en infinitos arboríos con tu energía.

Pequeña perfección: ayuda a papá y mamá a ser fuertes, nobles y buenos como tú.

Pequeña perfección: recuerda, siempre, que el amor es imperecedero, sólo ahí, donde nuestras eternas almas son los fuertes eslabones que no permiten destruir el aire del cual los hombres nos alimentamos.

Pequeña perfección: Perdona cuando papá y mamá discuten, perdona cuando papá y mamá se distancian. Perdona, cuando papá y mamá son demasiado mundanos... haz de comprender, mi pequeña estrella dorada, que nuestra condición arrastra un lastre llamado civilización, la cual opaca nuestro nos más interno aquí, en tierra.



Mi amada perfección, recuerda que gracias a ti no temo a esto que llamamos muerte, pues sé que la transición hacia ti nos permitirá jugar, a lo que tú desees, con aquella inocencia tan universo en nuestro cielo.



Mi inmensa perfección, jamás olvides que te encuentras en el lugar que te corresponde; donde sólo los ángeles -hermosos seres puros- estan destinados a ser. Para ti, esta jungla ordinaria no te habría permitido ser lo grandiosamente demasiado que eres.



Mi eterno pequeñín, mi estrella adorada: me haces tanta falta (tanta falta) que mi alegría se cobija en el reconocer, en el sentir, de que tu pureza pertenece a otro espacio, no destinado para nosotros. Dentro de algunas noches, miraré al cielo pensando en tus 2 bellos años, en tus extraordinarias alas brillándolo todo, opacando tu lamparita Luna.



Una nube, mi vida, te sirve de mirador. El amor de los seres puros dibujan tu eterna sonrisa (aquella divina imagen que me revienta el pecho, las pupilas). En tierra, mamá te recuerda siempre, mientras que de sus ojos se desprenden gotitas de amor, todas ellas divinas y benditas...




Todas ellas condensadas en tu nombre.




Te amo***.