martes, 17 de marzo de 2009

Yo quiero ser un triunfador!!!


Alguna vez pensé, que el peor trabajo era, irónicamente, el tener que buscarlo. Sin embargo, ahora que me encuentro laborando, podría asegurar que uno de los peores trabajos es el que se encuentra relacionado a cualquier tipo de “service”.

Trabajar, como es mi caso, en un “call, o contact center” es, definitivamente, una de las labores más inútiles en cuanto a desarrollo personal se refiere. Esto de andar sentada medio día de tu día (de tu vida) es, sinceramente, aburrido al punto de ser estresante y deprimente.

Y sí, yo sé que trabajo es trabajo (blablablá que yo misma me repito día con día), pero regalarle tu tiempo a la robotización debe ser un menester que en nada se relaciona conmigo. Levantarte del asiento para dirigirte únicamente al baño –ojo, antes tienes que pedir permiso…- es como una pesadilla que podría dejar absorto a cualquier ser con esencia en el alma si cae, por un instante, en lo real del asunto.

Si bien, muchos afirmamos que “trabajo es trabajo”, y que este tipo de empleos “te saca de apuros”, pues ya me veo bastante apurada viendo mi vida consumirse en una silla, una computadora (con sus cuadritos de Excel y aplicativos “para hacerte la vida más fácil” –puta tecnología, ha de gritarme mi lado más humano unas 98971346574659287436524367465234 veces durante el día) y un telefonote sin sentido, siendo “monitoreada” a través de cámaras descaradas puestas en cada esquina de las grandes habitaciones, mediante códigos de ingreso a estos aparatos (tus logins, qué manera más “cool” de humillarte la intimidad, así sea un trabajo) para que controlen, al minuto, tu llegada y tu partida. De esta manera, tu calidad como buen trabajador cumplido y dedicado queda registrada: tamaña desvergüenza capitalista que han mal-denominado “control de calidad”.

Lo más triste, perplejisante desde mi punto de vista, es ver cómo tantos trabajadores, de todas las escalas dentro del lugar donde laburo, se encuentran sometidos al mismo sistema. Y aún así, veo a tantos de ellos trabajar de manera tan cómoda y normal, que me asusta el imaginar que así sean felices, pues eso sólo me conlleva a pensar –y repensar- que sus vidas se encuentran tan vacías cuales frascos herméticamente cerrados con puro no-oxígeno adentro.

Nunca me he puesto a pensar, realmente, cuántas veces habré pensado en salir corriendo de aquel lugar, quemándolo por completo, sin interesarme cuántas almas mi acción se lleve consigo. Pero si de algo estoy segura, o casi segura, es de esto:

Bajo los conceptos de calidad, impuestas por las macroempresas para su “mejor desarrollo”, se encuentra implícito el gran detrimento hacia su trabajador, el cual, debe cumplir el rol del robotito sin sentido humano, pero útil al cien por ciento para sus intereses ejecutivos, administrativos, y todos los conceptos empresariales que se nos puedan ocurrir en este momento. Para mí, esto no es más que una de las tantas formas de dilucidar la figura de cultura de dominación, donde los mismos dominados contribuyen en su opresión. Deberías ver las coloridas pizarras repletas de noticias como: y el mejor empleado del mes/ adquiere tu polo (el nombre de la empresa) en recursos humanos y siéntete más parte de nuestra familia (familia????)/ tu puntualidad es nuestro desarrollo (y tú, que me das para mi crecimiento personal, sólo tu sucio dinero???), y sentirte ofendido con tanta ridiculez maquillada para que "tu cerebrito" -deben pensar- te haga sentir que te encuentras en el trabajo ideal.

Yo no me siento la profesional sin suerte que cayó en aquel lugar por mala fortuna y necesidad (talvez sí, el inconsciente es vasto como el infinito), pero no me siento tan idiota como para no notar la manera en que muchos piensan que trabajar puede prestarse a cualquier tipo de explotación (física, mental, psíquica y espiritual) con tal de recibir unos cuantos billetes que te harán sentir recompensado por tu esfuerzo, por tu pérdida de crecimiento personal.

Yo no reniego de tener que ser una de las personas que trabaje ahí. Yo reniego, básicamente, de cómo unos cuantos idiotas pueden engañar con frases y ofertas lindas a otros idiotas para que así todos podamos vender y servir a otros idiotas que, al parecer, no tienen muchos cuestionamientos respecto a la vida, la dignidad, y el respeto por la propia libertad.

Yo reniego, más puntualmente, de tener que toparme, nuevamente, con otra forma de opresión maquillada con sueldo, y que hayan quienes no tienen reparo alguno en tomar el maquillaje y embadurnárselo en la cara, de la manera más ingenua y ridícula.

Comprendo la necesidad, pues la siento y la vivo, pero desearía mucho que algún día no tengamos que agachar la cabeza ante este tipo de instituciones tan humillantes, que bajo promesas como “línea de carrera” el único camino que te hacen recorrer es el de la robotización, el de la monetización…

El de “tuvidasinsentidoción”


...

Y a propósito... Será por eso que está saliendo tanto "arti" y consumista sin sentido???
(continuará)

2 comentarios:

RR dijo...

.
y no te sorprendas cuando te inviten a alguna "actividad" que reuna a la "graaaaaaaaaan familia" que compone esa empresa por motivo de algún aniversario o loquesea.... es probable, que hasta inviten a tu propia familia...

permiso para el baño, trabajador del mes, cámara de seguridad... incluso la escuela era menos estúpida

anónimo 4 dijo...

yo he vivido lo mismo, he pensado lo mismo, me he deprimido por lo mismo. Todo era falso, como todos los pasados. Todo era real, como todos los sueños. Cuando la humanidad deje de albergar estúpidos deseos de un futuro "mejor", de cualquier tipo de futuro en realidad, todos abandonarán lo estúpido, nos moriremos a cada instante, como si la velocidad fuese mayor y mayor hasta abandonar la materia. Nuestra memoria se volatilizará. Yo pienso que sucederá en menos de 3 años, tengo mis motivos. Sé que es una locura y que nadie me cree, ni yo lo creería si no fuese porque tengo fe y en esa fe está basada mi existencia y el sentido de mi vida.
De otro lado, nada va a cambiar, siempre habrán nuevos engranajes queriendo ser esclavizados. Sentarse a ver los rompecabezas armarse solos, yo qué sé. Lo mejor que se puede hacer es relajarse y pensar que todo está bien, todo estará bien, como lo ha estado siempre, como lo sabemos muy en el fondo y arrojarse al vacío hasta que la oscuridad se vuelva luz. Un poco místico, de esa experimentación depende la posición desde donde se vean las cosas. Todo va a seguir igual, todo puede cambiar de un instante a otro, todo es distinto. 2lpsaad qw4 qwef0 a0101 '101020 10100101020101010101010200501010100101000720000000101010001001010101010110101010101010101010101010109